La Secretaría de Salud – SESAL, durante la pandemia del Covid-19, ha manejado 528 millones de lempiras para la compra de medicamentos y equipo de protección personal para el personal de salud. El 75 por ciento de esos fondos ha sido operado por el Banco de Occidente responsable del fideicomiso de “Adquisición de medicamentos, insumos y equipo médico-quirúrgicos, consumibles de laboratorio” puesto en marcha desde el 2013. El decreto PCM 047 – 2017 autoriza a Banco de Occidente a licitar, evaluar ofertar y adjudicar contratos.

Los médicos han denunciado el desabastecimiento de hospitales, a través de plantones, caravanas de vehículos y huelgas, han protestado por las irregularidades cometidas por COPECO e Invest-H, instituciones que compraron equipo de bioseguridad no apto para el personal sanitario, mascarillas KN95 en reemplazo de las N95, por mencionar un ejemplo.

Por otro lado las instituciones veedoras que acompañan a la SESAL en los procesos de compra, almacenamiento y distribución (Decreto Ejecutivo PCM 021-2018), entre ellas la Asociación por una Sociedad más Justa - ASJ y Transparencia Internacional - TI, no han aplicado el procedimiento de veeduría a las instituciones financieras que manejan fondos destinados a la gestión de la pandemia.