ASESINATOS DE ESTADOS

No es uno, sino diez, veinte los estados
que matan a mujeres,
como Berta Cáceres,
ella que sabe de lunas
y de montañas
y valles,
de ríos como Gualcarque
de sierras de Puca Opalaca.
Ellas, las mujeres campesinas
con voz de auroras, y sin miedo
a los golpistas, a los asesinos que matan de hambre,
a golpe de cuchillo
marcando sus balas con sus iniciales.
¡Sí! Vosotros los bastardos del pueblo
los que sangráis y desangráis a golpe de machetas:
la represa de agua Zarca
el Banco Mundial
el Fondo Monetario Internacional
los magnates golpistas: Fredy Nasser
y Miguel Facussé
Los empresarios chinos
los militares americanos
los militares hondureños
vosotros bastardos del pueblo,
¡Siempre! matáis y vais contra el pueblo
Sea donde sea, sois carroñeros
¡Malditos autócratas y caciques!
los que sacáis réditos con nombre
y apellidos,
ex presidentes de España
con dividendo en las eléctricas
y el agua…
¡Malditos! y sucios políticos
bastardos.
Con alevosía matan a los campesinos
dueños, sólo del sudor de su frente
Otra mujer asesinada,
otro gorrión silenciado por la denuncia
de su río,
surco de río desviado
por la montaña,
montaña derrumbada…
Su voz retornará y denunciará
A con sus nombres
¡Siempre!
Porque la bala mata a la carne
No la palabra,
ella, mujer… frágil,
indemne ya, su mutilada
carne… clama y es palabra viva,
de por vida cantada
y leída…
Y vosotros, ¡Ratas!
autócratas sucios…
magnates del odio
diréis…
era necesarios
es “colateral” el daño
asesinos de cheques mudos
y ceros blindados
en bancos donde las princesas
nunca saben sus claves,
como tampoco saben del hambre
y la sangre que robar trae.
Sangre de madres
Sangre de hermanas,
Sangre de pueblo,
¡Vientos del pueblo, os levanten!
¡Malditas vuestras castas, malditas sean,
malditas!
¡Bastardos asesinos, asesinos de Estado!