LOS LUJOS DEL CONGRESO NACIONAL JUANORLANDISTA

LOS LUJOS DEL CONGRESO NACIONAL JUANORLANDISTA
Por El Perro Amarillo

Desde lujosos carros, almuerzos carísimos, planillas de paracas, publicidad sobrevalorada, usurpación de pólizas de seguros, hasta lavado de activos, fue el resultado de la auditoría forense aplicada al Poder Legislativo. Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional – CN, mostró videos de personas en el momento en que sustraían cajas de información del CN, justo después de las Elecciones Generales. Sin embargo, esas acciones no impidieron la intervención oportuna para contarle al pueblo cómo se encontró ese poder del Estado.

“El Partido Nacional dejó un daño patrimonial en el Congreso Nacional de la República de 2 mil millones de Lempiras, lo que equivale a dos presupuestos anuales u ochos años de presupuesto del Hospital Escuela”, develó Luis Redondo, durante la presentación de los hallazgos el día de ayer en el hemiciclo legislativo.

El Congreso fue presidido por Juan Orlando Hernández entre 2010 y 2014. Nunca dejó de controlar ese poder del Estado y lo hizo parte de su estructura criminal. Cuando Hernández asumió el poder ejecutivo, su sucesor en el CN, Mauricio Oliva, alineó el legislativo a su disposición. A cambio, Hernández mantuvo a Oliva, en su segundo mandato inconstitucional, a la cabeza del legislativo.

Según la auditoría, Mauricio Oliva disfrazó los presupuestos del poder legislativo publicados en el portal de “transparencia”, para ocultar los exorbitantes gastos en servicios profesionales que solo existieron en papeles. El CN sobrevaloró contratos en más de un millón de Lempiras, otros valorados en más de 16 millones, así como líneas telefónicas sin usar, pagos a empleados “paracas” y más de 320 millones de Lempiras utilizados en publicidad y propaganda.

Doce años de Juanorlandismo dejaron al 73% de la población hondureña en la pobreza, mientras, con dineros del Estado, Mauricio Oliva despilfarraba, por ejemplo, 91 mil Lempiras en 64 almuerzos. En solo dos días, podían gastar alrededor de medio millón de Lempiras en comidas.

Por otro lado, mientras el pueblo hondureño se debatía en medio de la incertidumbre y el dolor durante la pandemia del COVID-19, el CN sesionaba virtualmente, pero la administración reportó un gasto de 668 millones de Lempiras, de los cuales, al menos siete millones fueron destinados en alimentos y bebidas y otros 68 millones en carros y helicópteros privados para el traslado de los diputados.

Por si fuera poco, según Redondo, dentro del Congreso “habían ONG’S operando, desde las cuales se hacía lavado de dinero de los fondos departamentales. Las oficinas de este poder del Estado, además de haber sido convertidas para lavar ese dinero, también se convirtieron en bufete de defensa de criminales.”

Según la auditoría, la Oficina Administradora de Bienes Incautados – OABI acreditó cinco carros a la Comisión de Seguridad del CN, presidida por Tomás Zambrano. Hasta la fecha, los vehículos no están ni en la OABI ni en las instalaciones del Legislativo.

La administración Juanorlandista, que privatizó el sistema de salud, le otorgaba a los allegados y familia de Hernández, las pólizas de seguros destinadas a los empleados del Congreso Nacional.

Es la primera vez que el poder legislativo presenta una auditoría forense a la ciudadanía. Sin embargo, los medios de comunicación han invisibilizado el hecho, y también, que este Congreso, presidido por Luis Redondo, suspendió la mayoría de los contratos sobrevalorados y redujo los gastos hasta por 92 millones de Lempiras, además de hacer las respectivas denuncias ante el Ministerio Público para dar con los responsables.