¿COMUNISMO O DEMOCRACIA?

¿COMUNISMO O DEMOCRACIA?
Por Rodolfo Cortés

En la actualidad, de manera muy hostil y desde hace casi un siglo, la sociedad mundial se debate entre “acusadores” y “defensores”, sobre lo que es comunismo y democracia.  Ambos conceptos han caído en decadencia, sin embargo, los politiqueros de todos los países los siguen usando para llevar agua a su molino y manipular a los incautos que caen como moscas en sus trampas. Esto es común en Estados Unidos, la Unión Europea, Asia y África, pero también entre los saqueados y empobrecidos países de la órbita capitalista neoliberal en Latinoamérica y, Honduras, como vagón de cola.  Nos engañan y nos dan atol con el dedo con ambos conceptos manipulados.

El que más distorsiona estos términos a su conveniencia es el imperialismo estadounidense, ya que el comunismo está “acabado”, aun en los países que lo abrazaron y, la democracia, de la que se consideran padres putativos, está con espasmo coronario y en muerte súbita. Lo visible y tangible ahora son los países con gobiernos pro imperialistas y los anti imperialistas. Los primeros, representados por todos los países sometidos de manera perruna por Estados Unidos y sus satélites y, los segundos, por aquellos países de tendencia nacionalista y soberanista que pretenden defender su dignidad e integridad.

El comunismo que tiene como base el socialismo científico es una ideología y doctrina originada en el marco teórico planteado por los filósofos y políticos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels entre otros, desde mediados del siglo XIX. Estos pensadores hacían una crítica sistemática al orden establecido que de hecho tenía una concepción revolucionaria para acabar con la burguesía. Se considera al comunismo como la fase final del socialismo y según algunos teóricos, ninguna sociedad lo ha alcanzado.

La democracia por su lado, entendida como poder del pueblo, tiene su génesis entre el pueblo ateniense, en Grecia, y se refería a la toma de decisiones en las metrópolis por parte de cierta ciudadanía y no por reyes o monarquías, pero por su calidad de burguesa, excluía a mujeres, esclavos y extranjeros y era defendida y sustentada en teorías de grandes filósofos griegos del siglo VI Antes de Cristo. Sin embargo, el concepto democracia moderna surge a partir del siglo XVII-XVIII de nuestra era ya con la abolición de la esclavitud, el surgimiento de los derechos humanos y el sufragio universal.

En la época actual, el imperialismo estadounidense y sus adláteres se ufanan de ser “padres” de la democracia y muestran un trasnochado y vergonzoso anticomunismo.

En lo que respecta a Honduras, el Partido Comunista, muy activo en el siglo pasado, nunca fue reconocido oficialmente ya que los dos partidos de corte conservador que han gobernado los últimos cien años, Liberal y Nacional, respondiendo a dictados de los gobiernos de Estados Unidos, lo perseguían y por eso siempre actuó en la clandestinidad, integrando verdaderamente a prominentes personas de altas convicciones marxistas y conciencia ciudadana, la mayoría ya fallecidos.

NUESTRA NIÑEZ Y JUVENTUD

En nuestros años de infancia en Tegucigalpa, a mediados del siglo pasado, década de los 50s, los escasos y mediocres medios de radio y televisión existentes de los Villeda-Ferrari y Andonie-Fernández, continuamente pasaban estribillos anticomunistas como “el comunismo niega a Dios, destruye a la patria y esclaviza al hombre. Combatámoslo.” y más serie de estupideces como: “el comunismo quita los niños a los padres, se los comen o los hacen aceite”. Mientras tanto el Partido Nacional con una recua de disolutos hablaba, como todavía lo hace hoy, de “justicia social con libertad y democracia”, pura paja. Nada de eso era real, ni el comunismo, ni la cacareada democracia, todo promovido y financiado por los dueños del poder de turno: las bananeras gringas a quien lamían sus botas.

Hubo varios periodistas, si se le puede llamar así, como Moisés de Jesús Ulloa Duarte que todos los días usaba los canales de información para atacar el comunismo y se consideraba un gran defensor de la libertad y la democracia; murió, pero dejó herederos como Rodrigo Wong Arévalo, Eduardo Maldonado, Juan Ramón Martínez, entre otros, que hoy son sicarios y mercaderes del pensamiento.

Esto sucedió hace 70 años, sin embargo, hoy, en Estados Unidos, España y otros países de Europa y mayormente en Latinoamérica, se siguen escuchando los mismos discos rayados. Centroamérica no se escapa. Da la impresión que queremos vivir refundidos en las cavernas.

LA FALSA DEMOCRACIA ESTADOUNIDENSE

Con todo los desastres humanitarios, asesinatos en su propio territorio e invasiones en ultramar que, desde su creación en el siglo XIX, han cometido los diferentes gobiernos de Estados Unidos, no pueden seguir promoviéndose como los adalides de la libertad y  la democracia, mucho menos señalar como “dictadores o terroristas” a otros gobiernos o Estados, cuando ha sido Estados Unidos, el que se lleva el lugar más vergonzoso en el mundo, por el asesinato, despojo y sometimiento de sus pueblos originarios: los apaches, los sioux, los cheroquis o los cheyenes, pero además los pies negros, los arapajó o los navajos o causando terror y asesinatos con sus aliados y su creación del Estado Islámico que ha acabado con poblados y culturas del Oriente.

Además callan ante las barbaridades que hacen sus marines en la cárcel de Guantánamo a personas acusadas de terrorismo; dificultan a la ciudadanía estadounidensela apertura de nuevos partidos políticos y proscriben movimientos tan dignos como Ocupa Wall Street; persiguen en nombre de la libertad y en contra del terrorismo a personas estadounidenses dignas como Edward Snowden, Chelsea Manning y el australiano-ecuatoriano Julian Asagne por señalarlos como criminales de guerra; ídem al venezolano Alex Saab; la complicidad en el asesinato del periodista saudí Yamal Jashogyi o el asesinato del general iraní Qasem Soleimani entre muchos, creyéndose los jueces y señores del mundo.

CRÍTICAS A LOS GOBIERNOS “DICTATORIALES” MUNDIALES

Desde la aplicación de la doctrina del expresidente James Monroede 1823, los diferentes gobiernos del imperialismo estadounidense y sus gendarmes de la Unión Europea, se han dedicado a estigmatizar a los gobiernos del mundo desde su paladar, conveniencia e intereses y los señalan con términos como “terroristas” “dictadores” o “comunistas” a su antojo.

Incluyen en esta categoría a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Rusia, China, Corea del Norte, Siria, Irán, etc. Sin embargo, no dicen ni pío sobre las 44 monarquías dictatoriales, que las edulcoran de “parlamentarias” en el Reino Unido, España, Bélgica, Suecia y Japón. Mucho menos de los terroristas y genocidas “gobiernos” de Arabia Saudita, Israel, Colombia, Myanmar, Marruecos y otros, sus aliados. Ni categorizan de igual manera a los presidentes Putin, Merkel y Xi de Rusia, Alemania, China y otros estados que tienen más de 15 años en el poder como un propio derecho ciudadano y soberano.

Pero también hay dictaduras terroristas y bipartidistasque hacen gala de democracia como la actual de Estados Unidos y otras que hicieron mucho daño pero que ya sucumbieron en Argentina, Venezuela, Colombia, Paraguay, Brasil, Chile y Honduras.

En conclusión, varios países de nuestra América Latina se aprestan a concurrir en los próximos meses a elecciones generales o regionales: Chile, Venezuela, Nicaragua, Honduras, Colombia. Y se siguen usando los mismos términos y maniobras en contra los candidatos progresistassiguiendo dictados del Imperio.

En Honduras, la candidata de la Alianza Popular Opositora, Iris Xiomara Castro Sarmiento, se perfila como la triunfadora para las próximas elecciones generales del 28 de noviembre; sin embargo, hay una campaña demasiada sucia de parte de los sectores conservadores ultra reaccionarios, repitiendo los mediocres y gastados lemas de mediados del siglo pasado, “si gana Xiomara, se comerán los niños”, como si los hondureños fuéramos caníbales. Han desplegado grandes vallas publicitarias con su fotografía en las principales ciudades donde se lee “EL COMUNISMO ES ELLA”, cuando ella ha sido de pensamiento liberal. Pero esta es la cultura y la política impuesta por Estados Unidos alrededor del mundo.

El gobierno de Estados Unidos de una vez por todas, no debe seguir creyéndose el dueño del planeta y de la humanidad. Además, las nuevas potencias hegemónicas en surgimiento deben aprender la lección de los dos últimos siglos, nada de imperialismos. La humanidad necesita crecer en paz, bienestar y desarrollo igualitario y todo país debe respetar la dignidad y soberanía de los pueblos y Estados, favoreciendo el internacionalismo, la cooperación y la solidaridad.

El saqueo de sus propios territorios, las guerras, el empobrecimiento y la desigualdad social son las causas fundamentales de la migración desde América del Sur y Centroamérica hacia Estados Unidos, desde el Oriente Medio y desde África a la Unión Europea. Mientras no se superen estas causas--que ni a Estados Unidos, ni a la Unión Europea les conviene--este mal persistirá.

¡LA PATRIA GRANDE ES NUESTRO IDEAL, HACIA ALLÁ CAMINAMOS!