El éxodo, las visas y la sentencia de Tony
Hace dos años y cinco meses, Whitney Godoy, recién llegada a este equipo de investigación, no dudó en viajar, con una mochila y un celular, para cubrir la primera caravana de migrantes que salió de Honduras en octubre de 2018 rumbo a los Estados Unidos. Whitney iniciaba la práctica profesional de la carrera de periodismo en El Perro Amarillo y, después de un mes de viaje, decidió sacrificar la alegría de graduarse junto con su promoción, para continuar con la caravana hasta Tijuana (frontera México- EE.UU.).
Muy temprano aprendió Whitney a enfrentar con serenidad las frecuentes campañas contra nuestro medio. Ella y Milton Benítez, director de El Perro Amarillo, fueron señalados como organizadores de la caravana. En consecuencia, de regreso en Honduras, el 20 de noviembre de 2018, la embajada de los EE.UU. envió un correo a Benítez: “El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha cancelado su visa B1/B2 en función de información adicional disponible posteriormente a la emisión de la misma”.
Un año después, en octubre de 2019, Whitney se presentó a esa misma embajada, la entrevista para solicitar visa ni siquiera tuvo lugar. El hombre en ventanilla le explicó: “Usted no es persona confiable para mi país”. Se frustró nuestra cobertura del jucio por narcotráfico contra Tony Hernández.
Hoy, cuando el pueblo celebra expontáneamente la rotunda sentencia del Cártel de Los Hernández, es inevitable recordar cada momento dolor, cada víctima, cada familia separada, cada lágrima, todo el dolor y la humillación causadas a nuestro Pueblo. ¡Cómo no celebrar! Cómo no dejar grabadas, en este periódico de la gente honesta, las palabras del Juez Castel…
Geovanny Rodríguez y El Rojo, cómplices del narcotráfico.
Hubo evidencia física.
A menudo tengo casos en los que
los gramos de drogas conducen a largas condenas,
o jóvenes colombianos en lanchas rápidas,
y luego está Tony Hernandez.
Tiene 41 años y está razonablemente en forma.
Tiene una excelente apariencia, las fotos lo prueban,
estuvo bien educado en un internado militar,
es abogado y su familia tiene un hotel y una farmacia,
pero Tony Hernandez fue en otra dirección.
Aquí, el tráfico fue patrocinado por el Estado.
Tenía su propia marca impresa con las iniciales TH de Tony Hernandez.
Es responsable de asesinatos, con el Tigre Bonilla.
Mató a Chino, fue Tony Hernández
quien decidió matarlo y expresó su alegría por ello.
Alquiló helicópteros, con armas, con el distintivo del ejército hondureño.
Sobornó a su hermano, Juan Orlando Hernández,
y conoció dos veces al Chapo.
El Chapo dio dinero a la campaña de Juan Orlando Hernández.
Tony avisó a otros traficantes de redadas gubernamentales,
vendiendo información de radar por 50 mil dólares.
Es responsable de 185 mil kilogramos de cocaína.
8 mil dosis por kilo: 1,5 mil millones de dosis.
Se enfrenta a un mínimo de 40 años.
A menudo encuentro circunstancias atenuantes.
Pero con base a la libre elección de Tony Hernández
de involucrarse en el tráfico de drogas,
una sentencia de cadena perpetua es rica en prisión.
Entonces, es prisión de por vida con 30 años más consecutivos.
Juan Antonio Hernández Alvarado,
ante el jurado de esta corte,
está aquí bajo la custodia de Estados Unidos,
estará en prisión de por vida (...)
solicito confiscar 138,5 millones de dólares.
Tiene derecho a apelar, incluso como persona pobre.
Espero que mientras estés ahí,
reflexiones sobre tu vida y lo que has hecho, y cambies tu vida.
Quizás puedas hacer algo bueno por tu familia y tu país”
