EL ABC DETRÁS DE LA EEH

EL ABC DETRÁS DE LA EEH
Por El Perro Amarillo

La recuperación de pérdidas es una parte fundamental del negociazo de la energía en Honduras, siendo la base para crear consorcios que reduzcan la morosidad de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica-ENEE, pues estos funcionan como entes responsables de medir, cobrar y facturar el servicio, quedándose así con la mayoría del dinero. Este negocio fue manejado por más de 20 años por los banqueros, Guillermo Bueso, Jacobo Atala y Jorge Bueso Arias, junto al excanciller de la República, Arturo Corrales, y los empresarios, Fredy Nasser y Schucry Kafie, a través del consorcio Medición Eléctrica de Honduras-SEMEH, que durante dos décadas coleccionó numerosas denuncias de extensión de contratos de energía de forma irregular, cobros repetidos y cobros no registrados en perjuicio de sus usuarios.

Al parecer, tener el negocio de recuperación de pérdidas por tanto tiempo, no fue suficiente para algunos miembros de SEMEH: Atala, Bueso y Corrales, y tras la salida de SEMEH en 2016, según información confidencial entregada al Equipo de Investigación de El Perro Amarillo, este ABC ideó un plan a través del mexicano, Carlos Saúl Villanueva (como testaferro de Bueso y Corrales) para regresar al negocio de recuperación de pérdidas, ahora, desde el consorcio Empresa Energía Honduras - EEH (que entró en 2016). Villanueva, como representante de Enterprise Consulting S.A (una de las tres empresas que conforman EEH) dejó el 41% de las acciones de EEH en manos de Bac Honduras (propiedad de Jacobo Atala), agregando también una deuda de más de 400 millones de lempiras con Banco Atlántida (presidido por Gillermo Bueso).  

El lunes 13 de marzo de 2017, Villanueva realizó sus movimientos: licitó ser operador de energía en la ENEE (por medio de Enterprise), media hora después “vendió” sus acciones a su empresa en Inglaterra, Enterprise UK Group, y más tarde, Enterprise UK solicitó a Banco Atlántida el multimillonario préstamo. Finalmente, dos meses después, en mayo de 2017,  cedió la administración de la empresa a BAC Honduras (bajo fideicomiso establecido en el Instrumento número 16 de la Corte Suprema de Justicia), devolviendo así el jugoso negocio de recuperación de pérdidas de la ENEE a Atala, Bueso y Corrales.