“BERTA SOY YO” PIEZA DE SUSTANTIVA ENVOLTURA CINEMATOGRÁFICA
Coherencia histórica, apego a los hechos y una lectura coral de visible horizontalidad, son algunos de los aciertos del filme Berta Soy Yo (Honduras, 2022) que retrata con probada eticidad la biografía social y humanista de Berta Cáceres.
La luchadora social, una mujer de dimensiones continentales, concibió la ruta de su vida trazada por la defensa de los derechos de los hondureños represaliados por una oligarquía corrupta que se impone con sus brazas, en una sociedad marcada por la violencia sistémica.
Katia Lara, la realizadora de esta entrega documental, subraya lo periodístico de su filme que evoluciona poblado de simbologías, dispuestas en una narrativa de anchuras cromáticas. Estos aciertos están secundados por poderosos diálogos donde la palabra es parte de muchos otros recursos que habitan en la pieza. Todos están pensados para construir la lectura inteligente, la mirada cómplice, la escritura responsable, donde la emotividad es legítima y certera.
Esta pieza, de sustantiva envoltura cinematográfica, va más allá de la conocida obra de denuncia. Es un libro que, en todas sus partes, evolucionan los poderes de las metáforas dispuestas por la autora para encumbrar historias, pasajes, y también, escenarios rurales y urbanos. Sin duda, son parte de una arquitectura coral que la cámara toma para dejar en nuestras conciencias los bocetos de un relato, que hasta hoy no había sido compartido en toda su dimensión.
Berta Soy Yo se inscribe en ese necesario discurso audiovisual para fotografiar hechos y ponerlos en los anclajes de nuestra memoria, donde la verdad es aplastada, por la complicidad de los que aceptan la inmoralidad de lo injusto.
