HONDURAS: POR PRIMERA VEZ UN PRESUPUESTO HUMANO
La Narco-dictadura vació sin piedad el erario público, y dejó a un 73% de la población hondureña en pobreza. Sorprende entonces el incremento de 52 mil millones de Lempiras en el Presupuesto General de la República – PGR, presentado por el gobierno de la presidente Xiomara Castro. ¿De dónde saldrán los recursos?
Rixi Moncada, titular de la Secretaría de Finanzas – SEFIN, ha expresado que las modificaciones al presupuesto son “esencialmente para que el país arranque, para el desarrollo y la generación de empleo en un contexto de crisis regional y mundial. Un presupuesto modificado para iniciar la construcción del Estado socialista y democrático.”
Está a la vista que, ciertamente, los ajustes responden al estricto cumplimiento del Artículo 59 de la Constitución de la República de Honduras: “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado.” Y en un país controlado por el sector financiero, que ha convertido al Estado en su mejor cliente, las medidas tomadas son congruentes: se eliminan las figuras del fideicomiso y la Alianza Público Privada, 17 secretarías y gabinetes anulados, reducción de sueldos a empleados públicos, y recuperación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica – ENEE, entre otras medidas que, por primera vez en la historia del país, afectan a los que más tienen.
El aumento al presupuesto (360 mil 505 millones de Lempiras) no es la única sorpresa. Son elocuentes los 428 mil millones de Lempiras aumentados al renglón del Hospital Escuela Universitario, dos mil millones más para la Secretaría de Salud, dos mil millones más para educación y seis mil millones adicionales para el Instituto Hondureño de Seguridad Social –IHSS.
Para lograr el equilibrio en los nuevos números, será fundamental la recuperación de la ENEE (déficit fiscal del 51 %), por años en manos de banqueros y empresarios, a través de los famosos consorcios para la “recuperación” de pérdidas. El nuevo PGR facilita el pago de las deudas de la estatal eléctrica a través de acuerdos con la SEFIN y el Banco Central de Honduras – BCH, a un menor interés que el que ofrece la banca privada. Además, el nuevo PGR dispone la construcción de tres represas estatales.
En la administración anterior, SEFIN gastaba alrededor de 16 mil millones de Lempiras anuales en Fideicomisos, sin tomar en cuenta las “inversiones” del Estado en las APP, ambas figuras implementadas por la Narco-dictadura Juanorlandista para entregar los recursos de la población a empresarios y banqueros. El nuevo PGR establece que los fideicomisos que aún queden vigentes serán sujeto de auditorías internacionales para determinar su correcto funcionamiento, y los Comité de fideicomisos deberán reembolsar al Estado el dinero que no utilizaron hasta el 31 de diciembre de 2021.
En sentido opuesto a los aciertos señalados, el nuevo PGR deja por fuera la educación superior. SEFIN no modificó el dinero destinado a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras – UNAH, que seguirá recibiendo apenas el 1.47%, en lugar del 6% que la ley establece.
Sin duda el nuevo PGR es perfectible, pero por primera vez las decisiones apuntan al ser humano. Asoma la refundación detrás del número, del cálculo, de la cifra. Se ve la apuesta por la dignidad en la decisión de reducir la excesiva burocracia y el asistencialismo. Adiós a la farsa de la Vida Mejor. Llegan las inversiones para mejorar las condiciones de vida, y desarrollar el país con generación de empleo, salud pública y seguridad social garantizados por el Estado.
