Fiscalía y CNBS al servicio del narco

Fiscalía y CNBS al servicio del narco
Por El Perro Amarillo

Óscar Chinchilla, Fiscal General del Ministerio Público de Honduras, engavetó cuatro expedientes judiciales del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, acusado de importar drogas y armas a Estados Unidos. El escamoteo de los documentos solo confirma lo develado por la fiscalía estadounidense: el Cártel de “Los Hernández” utilizó a las Fuerzas Armadas y al Fiscal para garantizar el tráfico de drogas hacia el país del norte.

Geovanny Fuentes fue detenido el 1 de marzo de 2020 en el aeropuerto internacional de Miami. Sin embargo, desde el 2016, constaba un requerimiento fiscal dirigido a Fuentes por parte del Juzgado Penal de San Pedro Sula, acusado del delito de aprovechamiento ilegal de productos forestales con fines comerciales en perjuicio del medio ambiente del Estado de Honduras. A pesar de la prohibición a Fuentes de salir del país, los tentáculos del narcotráfico en el sistema judicial borraron mágicamente la alerta migratoria.

El expediente judicial 920-2015 entregado al equipo de investigación de El Perro Amarillo, señala que Geovanny Fuentes, a través de su empresa Agroforestal Fuentes S. de R. L., realizaba corte de guanacaste, caro, amarillo, cedro, espino, ficus pino, etc., “sin contar con la autorización para cortar y comercializar el producto forestal”. Entre sus principales clientes compradores de Biomasa (un tipo de energía cuya fuente es la madera y sus desperdicios) se encontraban las maquilas de San Pedro Sula, lo que ayudó a Fuentes a posicionarse como empresario agroforestal con empresas como Ever Green.

Ahora que Geovanny Fuentes ha sido detenido, y a pesar de los múltiples señalamientos que le vinculan al narcotráfico y el asesinato, su expediente en la Secretaría de Seguridad detalla que “no se encuentra registrado que haya cometido delito o falta alguna” y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros – CNBS, presidida por la Sra. Ethel Deras, no registra ninguna investigación en contra de sus empresas, utilizadas para el lavado de activos. Así, en Honduras se trafica con bosque y droga, mientras los “fiscalizadores” trabajan para borrar huellas criminales, desde el poder institucional.