LA "JUSTICIA" SE QUEDÓ CORTA
David Castillo, oficial de inteligencia, graduado de la Escuela Militar West Point de Estados Unidos; socio de Desarrollos Energéticos S.A. - DESA, la empresa constituida de forma irregular para construir la represa Agua Zarca en territorio Lenca; ex funcionario de la empresa estatal de energía y peón de los Atala Zablah, quienes, también, lo nombraron presidente ejecutivo de DESA para facilitar su nefasto rol de gestor de contratos dolosos, recibió, hoy, solo 22 años y seis meses de prisión. Pareciera que la justicia se nos quedó corta.
El Ministerio Publico pidió la pena máxima de 25 años y la mínima de 20 para Castillo, responsable de la coautoría intelectual del asesinato de Berta Cáceres en 2016. Mientras tanto, los autores materiales fueron condenados a 34 años de prisión. ¿Cómo se explica que quien conspira y planea el asesinato reciba una condena menor a la de un gatillero? Bertha Zúniga concluyó que “como COPINH vamos a seguir la lucha contra estas personas que son criminales, no solo por el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres, sino porque estos proyectos también sirven para defraudar al Estado de Honduras y cometer otros delitos de corrupción.”
Castillo uso su posición en la empresa, su rango y conocimiento militar para organizar el asesinato. Después de doce meses transcurridos desde la condena, dictada el 5 de julio del año pasado, la familia, el equipo legal y cientos de organizaciones nacionales e internacionales han estado esperando la sentencia que hoy ha pronunciado la Sala Primera con Jurisdicción Nacional.
Para la familia de Cáceres, la condena significa “fallarle a la lucha por justicia a nuestra compañera Berta Cáceres, ya que ni siquiera le fue otorgada la condena máxima. Al margen de eso, que David Castillo esté encarcelado es una victoria para el pueblo Lenca, ya que el era el enlace directo con la familia Atala Zablah, dueños de DESA, pero también era el enlace directo de los bancos financiadores del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca” declaró a este equipo de investigación, Bertha Zúniga, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras – COPINH e hija de Cáceres.
