HIDROELÉCTRICAS, PESADILLA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

HIDROELÉCTRICAS, PESADILLA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Por El Perro Amarillo

“Nosotros venimos desde 2019 peleando para que no entren a la comunidad. Vino el alcalde con un español y un colombiano para empezar a hacer el proyecto, hablando de turbinas y paneles solares. Nos oponemos a este proyecto, éste solo va a afectar al río, denunció a este equipo de investigación la comunidad afectada por el proyecto hidroeléctrico que se proyecta construir en el Río Acilarca en Gracias, Lempira.

Desde 2014, Banco Atlántida administra el fideicomiso para la generación de energía, a través de una alianza público-privada. El banco de Guillermo Bueso, como fideicomitente, se encarga de la administración, construcción y operación de proyectos hidroeléctricos en Honduras, que afectan a las comunidades, incluso han ocasionado asesinatos de líderes campesinos.

El sector financiero en Honduras, acostumbrado a servirse del Estado, no desaprovechó la situación de emergencia que vivió el país a causa de los huracanes ETA e IOTA y, en enero de 2021, mediante decreto ejecutivo (PCM 138-2020) aprobado por el Congreso Nacional, incorporó al referido fideicomiso, un megaproyecto para la construcción de 14 represas más que, hasta el momento, no han resuelto la situación calamitosa en la que viven los damnificados de los huracanes.

Cabe señalar, que la mayoría de las zonas seleccionadas para poner en marcha estos proyectos, son territorios habitados por campesinos y pueblos originarios. Las víctimas frecuentes de estas pesadillas hidroeléctricas ni siquiera son consultados para autorizar estos proyectos en sus lugares.

Las comunidades aledañas al Río Arcilaca, no son la excepción. Sin embargo, ante la imposición de las empresas, los ciudadanos ya no se quedan callados. Toda la comunidad denunció mediante un comunicado que la construcción en esta zona es solo una estrategia para llegar al río vecino, Grande Mejocote, pues el Río Acilarca “no cuenta con el caudal necesario de agua, tomando en consideración que en el verano, especialmente en los meses de marzo y abril, se seca”.

Con la claridad de que enfrentan al sistema financiero, la comunidad concluye el comunicado con un llamado nacional e internacional a recolectar firmas en contra de este proyecto “para hacer prevalecer el respeto al derecho a los pueblos indígenas de Honduras”.