Exigimos la reducción salarial de diputados y funcionarios

Exigimos la reducción salarial de diputados y funcionarios
Por Andrés Morales

Desde abril del año 2018 varias de las notas publicadas en la prensa oficial remarcaban títulos como el siguiente: El salario de los diputados rebasa los 100 mil lempiras más otros beneficios. En esta nota en particular, se ponía en claro todos los jugosos beneficios que los diputados ostentan hasta la fecha, como son las compensaciones por zonas, seguros médicos de lujo, viáticos mensuales de transporte y hospedaje, fondos departamentales y un largo etc. Y en aquel momento se añadió a todos esos gastos, el oneroso aumento salarial que llevó a 90 mil lempiras la cifra promedio de ingreso mensual de nuestros congresistas (equivalentes a 3,610 dólares), cifra que compite con los ingresos de los diputados mejor pagados de Centroamérica.

Definitivamente los numerosos incentivos que reciben los diputados de las diferentes bancadas, terminan convirtiéndose en privilegios que sostienen niveles de vida impensables en un país donde la vida es tan desigual como el nuestro.

No solo el hemiciclo legislativo recibe salarios que reducen las ya débiles finanzas del Estado. También existen funcionarios públicos que se doblan los ingresos. Encabezando la lista la presidenta del Banco Hondureño de la Producción y la Vivienda - Banhprovi, Mayra Falck, que recibe el estratosférico monto de 341.769 lempiras mensuales (equivalentes a 13,865 dólares). Lo que Mayra Falk gana equivale al salario mínimo, aproximadamente 10 mil lempiras, que reciben 34 obreros calificados en un mes. Pero no se queda allí. A ella le sigue el presidente del Banco Central de Honduras - BCH, Wilfredo Cerrato, que gana 235,961 lempiras mensuales que se traducen en 9,568 dólares. Los salarios mensuales de los funcionarios públicos hondureños, son equivalentes a los salarios públicos de los funcionarios de los países industrializados.

El endeudamiento sostiene los altos salarios

Honduras es uno de los países que ha dispuesto de la mayor asignación de dinero para hacerle frente a la crisis. Se conocían 3,742 millones de dólares en lo que corría el mes de abril, entre fondos propios y préstamos con la banca internacional. En el mes de mayo el periódico Forbes, auxiliándose con datos del BCH, anunció que “la deuda externa hondureña alcanzó los 9,737.4 millones de dólares en el primer trimestre de este año…”, y que la deuda en el sector público llega a los 7,863.5 millones de dólares (Forbes, 18 de mayo de 2020). El 14 de mayo, la hoy ex-ministra de finanzas Rocío Tábora, presentó las justificaciones de un nuevo préstamo de 20 millones de dólares suscrito con el Banco Mundial, para, supuestamente, comprar más suministros médicos.

Ese préstamo supuestamente iba a ser utilizado en la compra de los hospitales móviles y demás implementos médicos para los hospitales ya existentes, así como también para las contrataciones de personal médico. La segunda prioridad de esta administración nacionalista sería el pago ya inflado, de sus salarios y los respectivos catorceavos meses de los magnates de la administración pública como Wilfredo Cerrato y Mayra Falk. Parte de ese préstamo también se suponía que iba dirigido para pagarle el catorceavo mes a sus trabajadores. Lamentablemente y pese al anuncio de la ex-ministra de finanzas, que aseguró haber efectuado el pago al 100% de 3,553 millones de lempiras en total, no se realizó (Twitter, Sefinhn, 30 de junio de 2020).

Bajemos los altos salarios de los políticos para asegurarle el ingreso a nuestros trabajadores

Las consecuencias de la pandemia han dejado entrever con mayores luces de realismo, la ineptitud con la que hoy se maneja una desconcertante crisis, en un país plagado de corruptos y narcotraficantes que están metidos de lleno en las instituciones y el gobierno. En ese sentido, las políticas a cuenta gotas que dependen de numerosos endeudamientos, no toman en cuenta el histórico desequilibrio salarial en el cual nos encontramos, y demuestra que nuestra ex- ministra de finanzas ―y al parecer también el nuevo ministro Marco Midence― y Cía., piensan más en sostener la lujosa vida del presidente del BCH, que en asegurarle el salario a los trabajadores que hoy no cuentan con la certidumbre de que se les pague el atrasado mes de junio.

A los trabajadores del sector público y privado que estuvieron paleando sus necesidades con los pocos ahorros que les quedaban, hoy se les presenta un panorama más crítico que el de los primeros meses de confinamiento. El gobierno ha sido incapaz de sostener políticas más o menos creíbles. La razón por cual no lo han podido hacer es debido a que existe desabastecimiento de hospitales, grandes estafas en compras de equipo e infraestructura médica y sobrevaloración de los mismos, falta del pago del catorceavo mes a todas las instituciones y la incertidumbre en el pago de los meses subsiguientes.

Sabemos que bajarle el salario a la mitad a Wilfredo Cerrato y a la señora Mayra Falck, y a la larga fila de adinerados funcionarios, podría asegurarle meses de pago a los trabajadores tanto del sector público como del sector privado, así como también a los trabajadores informales. Lo cierto es que no se deja ver el reflejo de todas las declaraciones en favor de iniciativas como éstas, en acertadas mociones de ley de parte de los congresistas, y mucho menos en decretos de emergencia emitidos desde el ejecutivo. La oportunidad para asumir como suyas estas exigencias de los diferentes sectores, ―que esperamos se exija de nuevo en manifestaciones y protestas a nivel nacional―, la tienen hoy, los diputados de oposición.

Tanto el movimiento sindical hondureño compuesto por las organizaciones CGT, CTH y CUTH, como otras organizaciones sociales que están del lado de los más desfavorecidos en esta crisis, deben unir esfuerzos por promover un proyecto de ley que busque la justa confiscación de los salarios desmedidos de estos funcionarios ricos, para así reorientar todos estos fondos a las golpeadas finanzas de los trabajadores que merecen salarios más realistas, y al implemento de políticas de rescate económico mejor ajustadas a la crisis. Es necesario volver partícipes de esta verdadera iniciativa a los diputados de los diferentes partidos políticos que deseen ser incluidos en su creación, y que demuestren que pueden sacrificar sus propios privilegios ante la necesidad de las mayorías.