LOS CONDENADOS A PERDER EL PODER

LOS CONDENADOS A PERDER EL PODER
Por El Perro Amarillo
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos publicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitucion y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurreccion en defensa del orden constitucional.

Articulo 3. Constitución de la República de Honduras



“Le están preparando el camino a Juan Orlando Hernández para que siga en el poder y lo entregue cuando quiera” denunció el abogado y analista político Raúl Pineda al equipo de investigación de El Perro Amarillo. Sin embargo, la cuestión va más allá del hombre que ocupa la presidencia de Honduras. Hace rato que el tema no es Juan Hernández, se trata de una mafia enquistada en las instituciones del Estado que está conspirando para que el pueblo no cambie el curso de la historia del país.

Raúl Pineda se refiere a esta nueva cortina de humo levantada por quienes se saben perdedores en las próximas Elecciones Generales: el sector de la empresa privada y el sistema financiero que se ha beneficiado de contratos dolosos con el Estado para enriquecerse de forma tal, que rayan en la obscenidad. Ese “conflicto”, que se exhibe en los medios de comunicación tarifados, como un Congreso Nacional - CN opuesto a la aprobación del presupuesto solicitado por el Consejo Nacional Electoral - CNE (con base en la nueva ley electoral) no es más que un show mediático.

Los condenados a perder el poder hoy se evidencian una vez más. Se reúsan a cumplir lo ya acordado en la nueva Ley Electoral. Se quitan de nuevo la máscara. El CNE es un órgano independiente, los diputados no pueden decirle cómo hacer el proceso electoral, o si les van a dar o no el dinero. El Congreso, al aprobar la reforma, ya está obligado a cumplir las decisiones ejecutivas del Consejo Electoral.

No se trata de un acuerdo sobre la pertinencia de las nuevas tecnologías, de elegir entre tabletas y lectores de huella dactilar. No se trata de supervisar cada paso del CNE para asegurar una ejecución transparente. No se trata del cumplimiento de la nueva ley electoral discutida y aprobada por unanimidad en el CN hace más de 40 días. Se trata de actores políticos variopintos al servicio del poder financiero, que hoy está urgido por ganar tiempo para continuar con las prácticas fraudulentas que les tienen en el poder. Necesitan asegurar ese poder frente a la amenaza inminente de que el pueblo se los arrebate en las próximas elecciones o en el ejercicio de sus derechos constitucionales.

En las Elecciones Generales de noviembre de 2021, no se juegan los partidos políticos, se juegan los negocios de los condenados a perder, de la mano de los corruptores. Ellos son quienes enturbian el proceso electoral, quienes han saqueado el país. Ellos aprobaron la Ley de Secretos Públicos, ellos han escrito leyes para el cultivo de la impunidad y la corrupción. Ellos hicieron un código de la impunidad, secuestraron las Fuerzas Armadas. Ellos están vendiendo la soberanía, y hoy dan un paso más en su fiel y desesperada resistencia a perder el poder.

Según el abogado Pineda “Si no hay elecciones se quebranta el orden constitucional y Juan Hernández se queda como jefe de Estado (…) Las personas que están dentro del Congreso Nacional conocen como usar estos conflictos a su favor y la gente del CNE está siendo muy ingenua”.


El CNE tiene la oportunidad histórica de demostrar al mundo, como lo ha hecho hasta el momento, su capacidad de estar por encima de la Narco-Dictadura. Quienes se juegan el poder están actuando en contra de la independencia y la autonomía del CNE. El pueblo está determinado a ejercer sus derechos consignados en la Constitución y las leyes de la República de Honduras. Los observadores internacionales lo saben y deben actuar en consecuencia.