AMIGOS DE JOH, DUEÑOS DEL HOSPITAL DE NIÑOS QUEMADOS
“Mientras nosotros, el personal médico y de enfermería, somos humillados por exigir nuestros derechos, la directora del hospital Rosa María Castillo tiene un salario arriba de 100 mil lempiras, y el presidente Omar Mejía hace cirugías privadas con los insumos del hospital. No va a guardia, pero siempre cobra su salario.” denunció al equipo de investigación de El Perro Amarillo, un médico del Centro Hondureño para el Niño Quemado – CEHNIQ.
El CEHNIQ fue constituido en 2018 por la Secretaría de Salud – SESAL y la Fundación por la Vida del Niño Quemado – FUNDANIQUEM, justo al inicio del segundo período presidencial de Juan Orlando Hernández - JOH. La Junta Directiva de FUNDANIQUEM es dirigida por Rosa María Castillo, esposa de David Matamoros Batson (el ex magistrado del Tribunal Supremo Electoral - TSE que encubrió el fraude de 2017) y Omar Mejía, amigo íntimo del ex mandatario Hernández (según el denunciante). El Juanorlandismo entregó a Castillo y a Mejía el manejo de 80 millones de Lempiras anuales para suplir las necesidades del hospital, entre ellas el salario y derechos laborales del personal médico y de enfermería de la institución.
“El hospital no paga según el estatuto de médicos y enfermeras, ni siquiera pagan los turnos y ni hablemos de aumentos. Nosotros hemos reducido la tasa de mortalidad de niños quemados en el país, y aún así, nos ponen a prueba, nos despiden sin justificación, nos humillan y nos amenazan. La otra vez llegamos y Omar Mejía nos dijo -Yo los puedo despedir cuando quiera, esta fundación es mía-”, continuó, con indignación, la fuente.
La lucha de la ciudadanía hondureña y el gremio médico, iniciada en 2016, logró la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley Marco de Protección Social que ha privatizado la salud y la seguridad social en Honduras. Ahora la mirada está puesta en la gestión del titular de la SESAL, el Doctor José Matheu, quien tiene en sus manos la decisión de recobrar el Hospital María de Especialidades Pediátricas, el Hospital Escuela Universitario, el Hospital Rosa María Castillo, entre otros que fueron tercerizados en el proceso privatizador de los servicios de salud.
