LA PANDEMIA DE LA CORRUPCIÓN

LA PANDEMIA DE LA CORRUPCIÓN
Por El Perro Amarillo

Mientras el pueblo hondureño lucha todos los días para sobrevivir la pandemia del Covid-19, la Secretaría de Salud - SESAL, continúa haciendo acuerdos con delincuentes, exponiendo aun más la vida de nuestra gente. Como si el bochornoso caso de los hospitales móviles no fuera suficiente, Alba Consuelo Flores, titular de la SESAL firmó, el pasado 5 de marzo, un contrato valorado en más de 41 millones de dólares por la compra de 4.2 millones de vacunas Sputnik V. La empresa, autorizada por la pedagoga Alba Consuelo, se llama Human Vaccine LLC, una compañía a todas luces fantasma, representada por Alexander Chistyakov, empresario ruso, más entendido en materia petrolera, que en salud.

Chistyakov está vinculado al caso Lavandería Troika, una estructura financiera rusa que blanqueó miles de millones de euros. El “empresario” se benefició del lavado de dinero entre 2006 y 2010, a través de Bristol Technologies, un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes Británicas, ganando más de 27 millones de dólares, según el Proyecto de denuncia de la corrupción y el crimen organizado - OCCRP (por sus siglas inglés).

Alexander Chistyakov es presidente de RusPetro Ltd, una empresa de desarrollos petroleros y geológicos en Siberia que fue declarada en bancarrota. ¿Tenía conocimiento de todo esto la SESAL, antes de firmar el contrato con Chistyakov?

Y, por si fuera poco, la embajada rusa en Nicaragua no incluyó (carta enviada al Gobierno de Honduras en febrero) a Chistyakov entre los funcionarios autorizados por el Fondo Ruso de Inversión Directa- RDIF (por sus siglas en inglés) para firmar el contrato de suministro de vacunas.

El pueblo hondureño está cansado de que los poderosos realicen acuerdos con delincuentes y fabriquen chivos expiatorios. En el caso de los hospitales móviles, el chivo fue Marco Bográn, quedando impunes las funcionarias públicas implicadas: Rocío Tabora, ex ministra de finanzas y la misma Alba Consuelo.

Si el suministro de vacunas a través de la SESAL está basado en corrupción ¿con qué confianza nos vamos a querer vacunar?