“Meter la droga en las narices de los gringos"

“Meter la droga en las narices de los gringos"
Por El Perro Amarillo

El General Fredy Díaz Zelaya, secretario de Defensa Nacional, mintió al pueblo en una comparecencia en Televisión Nacional de Honduras - TNH, al citar un informe de Estrategia Internacional para Control de Narcóticos - INCSR (por sus siglas en inglés), publicado el pasado 2 de marzo de 2021. Es más, el militar no solo acomodó los datos, también adjudicó el informe a la administración de Joe Biden, cuando en realidad el reporte corresponde a la administración de Donald Trump (enero a diciembre de 2020).

“Hoy Honduras ya no está en esos primeros 5 lugares, lo que avala la lucha contra el narcotráfico”, sentenció Díaz Zelaya. Sin embargo, el informe de INCSR identifica a Honduras como uno de los “principales países de producción y tránsito de drogas ilícitas, precursores de productos químicos esenciales utilizados en la producción de narcóticos ilícitos”.

A pesar del esfuerzo invertido por el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, presidido por Juan Orlando Hernández, para contrarestar las múltiples acusaciones que lo vinculan con el trasiego de cocaína, el Departamento de Estado de los Estados Unidos es explícito en su informe de INCSR: “Honduras es un país de tránsito clave para la cocaína destinada a Estados Unidos”.

El show mediático de los oficiales es una torpe reacción a los señalamientos de los Fiscales del Distrito Sur de New York, quienes justo en estos días, han constatado que Geovanny Fuentes, acusado de importar drogas y armas a Estados Unidos, contaba con la protección del “Cártel de Los Hernández” para procesar entre 300 y 500 kilos de cocaína al mes. Negocio que genera ganancias arriba de 600 mil millones de dólares al año, según estadísticas de la Secretaría de Seguridad de Estados Unidos.

El informe de INCSR concluye que la falta de confianza entre las instituciones militares y policiales obstaculizan el progreso de la lucha contra el narcotráfico. Las mismas instituciones que aparecen en el documento 224 del caso contra Geovanny Fuentes, como encargadas de “asegurar el paso”, para “meter la droga en las narices de los gringos".

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