TIGRE BONILLA: “TIENE QUE IR PRESA TODA UNA ESTRUCTURA”

TIGRE BONILLA: “TIENE QUE IR PRESA TODA UNA ESTRUCTURA”
Por El Perro Amarillo

“Si están diciendo que uno es un conspirador, entonces la Embajada de Estados Unidos conspiró, la jefa que había de la DEA aquí, conspiró. No es posible. Pero si fuera el caso, tiene que ir presa la que estaba encargada de la DEA; tiene que ir preso Arturo Corrales por narcotráfico; tiene que ir preso el mismo presidente (Juan Orlando Hernández); tiene que ir presa toda una estructura”, declaró, hace dos años, el ex director de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, en entrevista exclusiva para El Perro Amarillo.

Bonilla fue acusado, el 30 de abril de 2020, por Geoffrey Berman, ex Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, y Wendy Woolcock, agente especial de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos – DEA (por sus siglas en inglés) como cooperante del Cártel de los Hernández. Ese mismo día, El Tigre solicitó un espacio a Milton Benítez, director de El Perro Amarillo TV, para entregar al pueblo valiosa información sobre las estructuras criminales que operan en el país, y que respaldaría su inocencia.

La entrevista aún estaba en curso, cuando la Presidencia de la República, dirigida en ese entonces por Juan Orlando Hernández, comunicó a la población que los testimonios referentes a El Tigre y sus vínculos con los Hernández eran “100% falsas”.  El 13 de mayo de 2021, Bonilla fue pedido en extradición (con Hernández en la presidencia), pero el recurso no procedió.

La información entregada por el General Bonilla a esta equipo de investigación, incluye documentación y audios. Destaca una llamada entre El Tigre y Sandy, un agente de la DEA que pretendía negociar su extradición, a quien citamos: “No quiero que hables acerca de tu caso, tu culpabilidad o inocencia. Esta llamada es solamente para saber qué es lo que usted quiere hacer y si usted se encuentra en algún peligro. O sea, si usted quiere venir a los Estados Unidos y colaborar, si usted quiere venir a los Estados Unidos y enfrentarse a los cargos, o si no quiere venir y se quiere quedar en Honduras. O si se está queriendo ir a otro país, y aconsejarte de qué hacer en esas situaciones”. ¿Qué información tiene El Tigre en sus manos para que a la DEA le urgiera tanto su cooperación? ¿Por qué Juan Orlando Hernández no procedió contra él?

El General Bonilla también manifestó que, en su momento, trasladó investigaciones sobre estructuras criminales a las autoridades competentes: a Óscar Chinchilla, titular del Ministerio Público – MP, a Arturo Corrales, ministro de seguridad de ese entonces, a Ricardo Castro, director de la Agencia Técnica de Investigación Criminal – ATIC e incluso entregó documentación a la Asociación para una Sociedad más Justa – ASJ, dirigida por Omar Rivera. La información nunca vio la luz.

Juan Orlando Hernández entregó el poder y fue solicitado en extradición el pasado 27 de enero. Apenas dos meses después, el General Bonilla fue capturado por la Policía Nacional. Hoy, finalmente, El Tigre fue extraditado, acusado de conspirar para importar cocaína, conspirar para la posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos y la posesión de armas y artefactos para la destrucción. Días antes de su extradición, El Tigre mantuvo su postura mediante una carta: "He sido mencionado injustamente por personas desconocidas que han actuado fuera de la ley para desprestigiar mi honor.”

El argumento de la justicia americana para requerir al General Bonilla se sustenta en el indictment de “Tony” Hernández (hermano del ex presidente Hernández, preso por narcotráfico) que lo describe como “un hombre de gran confianza, violento y capaz de cometer asesinatos” por lo que fue el aliado para organizar el asesinato de Franklin Arita, un narcotraficante hondureño contrario al Cártel de los Hernández.

El caso del General Bonilla, igual que el del ex mandatario Hernández, termina en manos de la justicia norteamericana, gracias a la complicidad de un Poder Judicial al servicio del crimen organizado. La información que El Tigre Bonilla podría haber entregado a los hondureños, será un privilegio del país del norte. Se niega al pueblo su derecho de conocer la verdad sobre las estructuras del Narco-Estado que, por años, han tenido a Honduras al servicio del crimen organizado.