COHEP CUESTIONA MONOPOLIO DE LENIR PÉREZ

COHEP CUESTIONA MONOPOLIO DE LENIR PÉREZ
Por El Perro Amarillo

Es alarmante la inminente monopolización de los servicios aeroportuarios en manos del “empresario” sampedrano Lenir Pérez, bajo la manoseada figura de Alianza Público Privada. La concentración de poder sobre aeropuertos y aduanas pone en riesgo la seguridad del Estado, especialmente en un país acreditado como Narco-Estado, por la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en sentencias que develan la participación directa de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para garantizar el paso de la droga por Honduras, con destino a Estados Unidos.

Lenir Pérez tiene la concesión, por 30 años, del Aeropuerto Internacional Palmerola en Comayagua, la administración del Aeropuerto Internacional Toncontín en Tegucigalpa, y ahora pretende administrar la terminal de carga del Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula (SPS). Cabe apuntar que Pérez obtuvo la administración de Toncontín de manera irregular y sin licitación previa, ¿pretende hacer lo mismo con el aeropuerto de SPS?

Según el economista Hugo Noé Pino las Alianzas Público Privadas “fueron concebidas, entre otras cosas, para transferir al sector privado, una parte significativa de los costos y riesgos que el gobierno tendría que absorber por completo, pero en Honduras no funciona así”. Por si fuera poco, esos contratos que obligan al Estado a correr con todo el riesgo, finalmente se cargan a la población que debe pagar la factura. ¿Qué arriesgan los “inversionistas”?

En un negocio sin riesgo, la expansión es una tremenda tentación. Por eso Lenir Pérez está urgido por hacerse del aeropuerto de SPS, y el paquete trae “chascada”, ya que en el mismo contrato se administran también los aeropuertos de Roatán y La Ceiba. Este contrato estuvo en manos de InterAirports de Fredy Nasser hasta septiembre de 2020, luego pasó a una  administración transitoria con la Empresa Hondureña Infraestructura y Servicios Aeroportuarios – EHISA. Hoy, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada – COHEP, propone que “debemos ser nosotros los que manejemos estos tres aeropuertos y ordenar una licitación pública”.

La propuesta del COHEP es una expresión saludable, si se trata de evitar el monopolio de la tercerización de empresas estatales, especialmente si están directamente vinculadas a la soberanía nacional. Sin embargo, el pueblo debe estar alerta. Estamos hablando de las puertas de la casa, de la entrada y salida de las terminales aéreas. No es suficiente que un grupo de empresarios representados por el COHEP asuman la veeduría y administración de los aeropuertos. Es urgente que ciudadanos probos, hombres y mujeres de mérito e instituciones sin vínculos con la corrupción, se sumen a ordenar la licitación y garantizar a la población un proceso transparente.