INMINENTE REMOCIÓN DE DANTE MOSSI POR CORRUPCIÓN EN BCIE
Dante Mossi, presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica – BCIE podría convertirse en el primer ejecutivo hondureño, de ese nivel, en ser removido de su cargo, a un año de culminar el período. Mossi ha perpetrado, desde su privilegiada posición regional, millonarios actos de corrupción en perjuicio de la población centroamericana, con lo cual, luego de la inminente destitución deberá ser llevado a juicio.
Fuente de entero crédito aseguró a este equipo de investigación que, si Honduras presenta una moción para remover a Mossi de su cargo, los demás países miembros del banco, con excepción de República Dominicana, secundarán la propuesta. Es urgente que Xiomara Castro, presidente de la República de Honduras, y Rixi Moncada, secretaria de finanzas; convoquen al directorio del banco y la asamblea de gobernadores a tomar una decisión.
El director del BCIE por Honduras inició sus funciones en 2018, y culminaría su ejercicio en el cargo en 2023. Dante Mossi fue promovido por Juan Orlando Hernández, quien acaba de entregar la presidencia de Honduras, y guarda prisión preventiva en un batallón de la Policía Nacional, en espera de la resolución del pedido en extradición, por narcotráfico, interpuesta por Estados Unidos.
Los delitos que justifican la remoción de Mossi son contundentes. En los tres años transcurridos de su gestión en Honduras, convirtió al BCIE en la chequera del Partido Nacional – PN, financiando la campaña política de Nasry “Tito” Asfura en las elecciones generales de 2021, con 70 millones de dólares. Además, consintió el nombramiento de Ivonne Hernández, hija de Juan Orlando, como ejecutiva de finanzas, posición que le otorga, nada más y nada menos, que la administración de la cartera del banco.
Tal como este equipo de investigación denunció en febrero de 2021, Mossi se confabuló con Guillermo Bueso para lavar activos, a través de la empresa fantasma Swiss International Wealth Management AG – SIWM, a la que se transfirió el préstamo otorgado originalmente a la sociedad Desarrollos Energéticos S.A. – DESA, proyecto extractivista que asesinó a Berta Cáceres. Según la fuente, este caso es considerado por la institución bancaria, como un conflicto de intereses, ya que Guillermo Bueso fue compañero de Mossi en la universidad.
Deben sumarse al portuario de Mossi, los delitos en perjuicio del propio BCIE. Durante su administración, el funcionario duplicó el presupuesto de gastos y provocó la caída de indicadores financieros, hecho que obligó al directorio a solicitarle transparencia de sus movimientos.
Los abusos de Mossi escalaron en grado de obscenidad, al aprobar aumentos salariales arbitrarios, uso de recursos de la institución para viajes personales, y regalos como pines de oro, entre otros “detalles”, a directores del banco, a cambio de su silencio en relación a los actos de latrocinio que, finalmente, afectan a la población centroamericana.
Para el equipo de trabajo de El Perro Amarillo y nuestras valientes fuentes, la certeza que nuestras investigaciones continúan contribuyendo al combate de la corrupción y la impunidad en Honduras, es una gran responsabilidad. Esperamos que, con esta acción pendiente del poder ejecutivo dirigida al BCIE, inicie a un proceso – que además es urgente -, de revisión de los actos de corrupción del sector financiero publicados en este periódico del pueblo, y soslayados con descaro por el poder judicial Juanorlandista.
