NASRALLA O LA VUELTA DEL REY SALOMÓN
Las “empresas políticas” hondureñas han sido cómplices y ejecutoras de una larga lista de actos de corrupción y crímenes de lesa humanidad, orquestados por la empresa privada y la banca, en perjuicio del pueblo hondureño.
Sus líderes y dueños, son los principales promotores de la venta del país a través de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico. También utilizaron los fondos que le desfalcaron al Instituto Hondureño de Seguridad Social para financiar sus campañas políticas. Y hay más: no olvidemos que Juan Orlando Hernández (quien ocupa actualmente la presidencia) fue señalado como co-conspirador por la Corte del Distrito Sur de Nueva York en el juicio contra su hermano, el narcotraficante Tony Hernández.
En 2015, antes de su primera apuesta como candidato presidencial, Salvador Nasralla tenía ya en mente la solución a estos actos criminales ¿Habrá pensado en las víctimas?:
que se me ocurrió hoy es que…
¡Lo que ya se robaron, ya se lo robaron!
Por lo menos ¡caigan en razón señores del Partido
Nacional! ¡Sentémonos!
No les vamos a juzgar a los ladrones
que tuvieron en el pasado ni todo lo que se robaron.
¡Ya no se puede hacer nada porque no aparece el dinero,
el dinero que se robaron, nadie sabe dónde está! ¡Punto y aparte!
Vamos de aquí en adelante con nueva gente.
¡Los que ya robaron, ya robaron!
¡Váyanse de Honduras!
O si quieren quédense y que se firme
un documento con la ONU
para garantizar que no se les va a hacer nada.”
