El pueblo decide el final
David Romero fue sentenciado a cárcel con pena exorbitante, como un favor directo hacia el poder y Juan Hernández. El nefasto precedente ha cobrado vida, y podría ser usado contra nuestros personajes emblemáticos. A menos que usted y yo tomemos la responsabilidad que nos toca como hondureños.
Por Gilberto Vásquez